El proyecto cuenta con el apoyo del empresariado y se espera que se transforme en ley. La gradualidad y la productividad son la clave para disminuir el impacto en las pymes.
En medio del escenario económico actual, con un dólar que sigue en torno a los $900 y $950, una inflación cercana a 12% y la elección que puede cambiar, o no, la Constitución Política, el Gobierno presentó indicaciones al proyecto de Ley que busca reducir la jornada laboral desde 45 a 40 horas.
Este proyecto, ha sido analizado desde antes del estallido social y será nuevamente visto en la Comisión de Trabajo del Senado para su tramitación, en un escenario económico que proyecta un fin de año poco auspicioso y bajo crecimiento en 2023.
Más allá de eso, las pymes son las empresas que podrían verse más afectadas por esta medida, y por eso fueron integradas a la conversación, dijo la ministra del Trabajo, Jeanette Jara, y por lo mismo la incorporación de las pequeñas y medianas empresas será gradual en los próximos 5 años. Esto en el caso que sea aprobada en el Congreso.
En esta línea, si el proyecto se transforma en Ley, en el primer año la jornada laboral se reducirá de 45 a 44 horas semanales. Al tercer año de entrada en vigor, la jornada podrá ser de hasta 42 horas semanales. Materializando la baja a 40 horas por semana en el quinto año de la aplicación de la norma.
Además, las Pymes que realicen el cambio de jornada, podrán ser reconocidas por la Subsecretaría del Trabajo. Este reconocimiento les entregará puntaje adicional para la postulación a instrumentos y programas de: Corfo, Sercotec y Sence.
Los gremios empresariales valoraron la gradualidad, como la principal de las indicaciones presentadas, y se respiran aires de acuerdo para apoyar el cambio de jornada laboral. Desde la CPC (Confederación de la Producción y el Comercio), Juan Sutil, presidente de la gremial empresarial, indicó que el cambio de jornada laboral “es un compromiso de todos en Chile”. Mientras que Diego Hernández, presidente de la Sonami (Sociedad Nacional de Minería), dijo a Diario Financiero, que “se llegó a un buen acuerdo con los sindicatos, el Gobierno y las empresas”, y adelantó que el costo real de la medida encarece en un 2,5% el costo laboral.
El proyecto incorpora otras medidas tendientes a la protección del empleo, y excluye a trabajadores de jornadas especiales, horas extraordinarias y casos excepcionales.
Pymes: Foco en la productividad
A mediados de la década del 2000, se redujo la jornada laboral desde 48 a 45 horas semanales. Esta es la segunda modificación en casi 15 años, y que tiene como fundamento la productividad. De acuerdo con cifras de la OCDE Chile es uno de los países donde se trabaja más horas por semana.
Ante la posible reducción de la jornada laboral, El CEO de Kolosus, Matías Corrales, dijo a Radio ADN que será necesario “fomentar el conocimiento de los colaboradores en soluciones tecnológicas que están presentes en el mercado actual”, con el propósito de reducir el tiempo que se usa en tareas repetitivas o automatizables, generando una mayor eficiencia, y aumentando el valor del tiempo de los trabajadores en la empresa.
En julio de este año la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo, CNC, realizó una encuesta para medir el impacto de la reducción de a jornada laboral. Según el estudio, un 74,5% de las empresas grandes y medianas consideran que tendrá un impacto Alto o Medio, y en el caso de las micro y las pequeñas empresas, se ven porcentajes levemente menores, donde un 66% y un 68,7% respectivamente, ven un impacto Alto o Medio.
Además los encuestados fueron consultados sobre la forma en que implementarían una jornada de 40 horas. El 37,1% dijo que reduciría una hora diaria a la salida del trabajador, y un 20% concentraría la disminución de jornada en uno o dos días de la semana. Otro 14,4% contestó que cambiaría la hora de ingreso del trabajador, y un 11,4% eliminaría un día de trabajo (por ejemplo el sábado). Solo un 3% de los encuestados respondió que debería contratar más personal o pagar horas extra.